El pasado día 3 de marzo de 2015 se hizo pública la noticia de que varias empresas del sector lácteo habían sido multadas por prácticas contra la competencia en el sector.
La multa, que asciende a un total de 88,2 millones de euros, fue impuesta a nueve empresas y dos asociaciones que operan en el mercado de aprovisionamiento de leche cruda por la CNMC (Comisión Nacional del Mercado y la Competencia) al considerar acreditada la existencia de un cártel entre ellas entre el 2001 y el 2012.
Según la nota emitida por el CNMC el pasado martes detalla que las prácticas anticompetitivas consistían en el intercambio de información, a niveles tanto regional como nacional, sobre precios de compra de leche cruda, volúmenes de compra y los excedentes de leche con el objetivo de consensuar y adoptar estrategias conjuntas para controlar el mercado de la leche cruda.
Esta política de abastecimiento está ocasionada por los precios a la baja de las grandes distribuidoras, que sitúan en los lineales españoles un precio de 0,55 euros/litro mientras que el mismo grupo lo vende al norte de los Pirineos a casi el doble.
Las empresas del sector para asegurar su futuro deben de aumentar el volumen de sus productos con algún valor añadido; sin embargo las importaciones a bajo precio de las grandes distribuidoras no facilitan este avance.
Varias empresas ya han expresado su desacuerdo y su intención de recurrir a la resolución de la CNMC por la única vía habilitada para ello; un recurso contencioso-administrativo por la Audiencia Nacional; argumentando que su conducta se encontraba en todo momento dentro de la legalidad.