En España, Septiembre es el mes que marca cada año el comienzo de la Campaña de Cítrico. Desde la Costa Mediterránea hasta Andalucía, la cosecha de cítricos comienza con una variedad de clementinas, seguidas de las producciones de naranjas y limones.
El empeño de las cooperativas es realizar un buen trabajo, para degustar los mejores cítricos de nuestra tierra. Y para controlar la trazabilidad de los productos frescos, que el etiquetado tradicional no había conseguido, la empresa Laser Food, con sede en Alzira (Valencia), ha dado con la solución: una tecnología que permite tatuar la piel de la fruta para siempre y sin riesgos para el consumidor con hierro.
La tecnología es el resultado de cinco años de investigación del emprendedor Jaime Sanfelix junto a la Universitat de Valencia. En 2010, dio con un producto válido para el consumo, ahora patentado. El componente se basa en el hierro, que actúa con los fenoles y polifenoles de la piel de la fruta y la verdura, dejando una «cicatriz» duradera. La empresa, además, puede adaptar la composición del líquido en función de cada variedad, siempre manteniendo la base de hierro, pero con distintos aditivos denominados “potenciadores del contraste”.
Óxidos e hidróxidos de hierro (E 172) para aplicar en la superficie de frutas o verduras tras la despigmentación de ciertas partes y mejorar el contraste con el resto de la superficie. Hidroxipropil-metil-celulosa (E 464) como agente de recubrimiento para marcar frutas y polisorbatos (E432-436) como emulgente y para mejorar el contraste.
El siguiente paso obligaba al desarrollo de la maquinaria desde cero. Los productos pasan por una cinta transportadora y un láser «araña la superficie» de la piel. Después la máquina aplica un líquido de contraste que actúa sobre esa zona y, al final, se evaporizan los aceites fijando el «tatuaje» en la fruta o verdura. La exactitud y la legibilidad de los grabados, así como la percepción de los consumidores sobre este nuevo proceso, será clave para su éxito
En junio de 2013, la Unión Europea aprobaba un reglamento que permitía este marcado y que supuso el gran impulso que Laser Food necesitaba. La Comisión Europea no sólo da el visto bueno a la tecnología, sino que recomienda su uso. Desde entonces, se ha disparado su uso en la industria. Y es que las ventajas son muchas. La primera es que permite una «trazabilidad absoluta» del producto fresco, que hasta ahora había sido «anónimo». El láser actúa como un tatuaje sobre la piel de la fruta y la verdura, permitiendo «crear marcas indelebles». El segundo gran beneficio es medioambiental. El sistema reduce la huella de carbono de los productos en un 99,9% (prácticamente se anulan las emisiones contaminantes relacionadas con las etiquetas) y además se ahorra un 40% de los costes de etiquetado normal.
El sistema de Laser Food también se emplea en el control de diferentes variedades europeas, como manzanas de Polonia; nueces y manzanas de Italia; melones de Francia; o cítricos, sandías y melones de España. La información es individual para cada una de ellas sin que ponga en riesgo la vida útil de la pieza.
Valencia, 24 de julio de 2014
